Se trata de un magnífico kit que Fujimi reedita de forma periódica, junto con otras dos referencias del mismo modelo y que forman la terna vencedora en LE MANS en 1966,el año en que el gigante americano Ford, puso un montón de dólares sobre la mesa para vencer a las escuadras europeas de representadas principalmente por Ferrari y Porsche .

El kit es de una gran finura, a pesar de ser ya algo antiguo el molde, e incluye, además de unas calcas de buena calidad, una plancha de fotograbados para la rejilla trasera y las hebillas de los arneses. Un detalle este que dice mucho de Fujimi, ya que marcas que consideramos como mejores, y me refiero a Tamiya, nos ofrecen calcas para los cinturones, obligándonos a un desembolso extra en la compra de los mismos en marcas como Studio-27, Modellers y Scale Motorsport.

De los tres kits, este es sin duda el que presenta una mayor dificultad, debido a su decoración en oro, un color este que no es sencillo de manejar, pero que no debe retraernos a montar este kit y poder agregarlo a nuestra colección.

Construcción:

A partir de aquí hay dos posibilidades, una es dar una primera capa de imprimación en blanco o gris mate, o pasar a pintar directamente en dorado.
Yo he optado por lo segundo, ya que después de observar la pieza detenidamente consideré que estaba en condiciones de ser pintada. Una capa de imprimación va a ayudar al agarre de la pintura, y esto es necesario siempre que empleemos lacas de automóvil, y además nos permite ver los defectos, y corregirlos antes de dar la pintura definitiva.

La carrocería la pinté empleando pintura acrílica en aerosol de Tamiya, referencia TS 21 Gold, esta es ,a mi juicio, la mejor opción, incluso mejor que irnos a las mucho más costosas lacas de automóviles, debido al finísimo tamaño de grano, un detalle este que va a influir mucho en el realismo de nuestro modelo.

Es preferible dar varias capas finas, que una gruesa, a nuestro protagonista le dimos 5 capas, 4 finas y una última en la que hemos saturado de pigmento. Tanta pintura es debido a que posteriormente la vamos a pulir, proceso en el que nos llevaremos un par de capas por lo menos. El motivo de pulir es el de uniformar lo máximo la superficie, y eliminar pequeños defectos que se hayan podido producir.
En realidad nos vamos a tropezar con un problema, y es que mientras toda la gama de colores acrílicos en aerosol de Tamiya, se puede pulir, los metalizados no, y esto nos obligará a proceder con sumo cuidado.

El siguiente paso es el panelado de la carrocería, otro punto en el que muchos encuentran dificultad. Cómo mi pensamiento es el de barnizar el conjunto, importa realmente poco el poner encima de nuestra pintura oro, algo que no ancle bien en ella, es más ,vamos a aprovechar precisamente este punto para que nuestro panelado quede perfecto.

Vamos a panelar con un pincel fino ,un pincel de pelo de marta del Cero, y negro 950 de Vallejo. En aquellos sitios en los que nos "salgamos" de la línea, cogeremos y eliminaremos el exceso de negro con la punta de un palillo de dientes, con cualquier otra cosa lo que haremos será rayar la pintura. De esta forma con paciencia y retocando, conseguiremos un buen panelado.

Lo más difícil es la colocación de las dos calcas que forman el 5 que va en el panel posterior, encima del motor, y montado sobre la toma de aire. Hay que tantearlas y fijarlas las dos a la vez, aunque la toma de aire no la pegaremos hasta el final del montaje, ya que en caso contrario, no se puede colocar el cristal trasero.

En el capot delantero ,donde va la calca, hay unos paneles correspondientes a una portezuela, es necesario, cortar la calca, una vez colocada en su posición, con una cuchilla nueva, y obligarle a adaptarse al panelado. Después hemos de retocar con vallejo, pero ¡ojo!,aquí no podremos retocar, una vez seco sobre la calca, al acrílico de vallejo sólo lo eliminaremos con etanol o metanol, y si lo hacemos, casi con toda seguridad que nos quedaremos sin calca, por lo tanto hay que afinar y si nos salimos, agua deprisa, despintar, y volverlo a intentar.

Terminación

Ha llegado el momento de barnizar nuestra carrocería. Hay muchas opciones para ello, pero no nos engañemos, la única que merece la pena es emplear el denominado barníz bicapa, aplicado con aerógrafo. ¿Porqué?, muy sencillo, porque es el único que no amarillea con el paso del tiempo, por su resistencia y durabilidad .

En contrapartida es complicado de manejar, y podemos cargarnos un buen trabajo, si no lo aplicamos bien.

En el mercado hay diferentes marcas, y diferentes disolventes, yo voy a dar las referencias y proporciones que he empleado, pero hay que tener en cuenta que no son extrapolables a otras marcas, cada marca da una relación mezcla, pero incluso esta relación no nos servirá a nosotros, porque vamos a trabajar con un aerógrafo, no una pistola, con diferentes presiones, y diferentes distancias. Mi recomendación es adquirir el barniz, y probar sobre alguna maqueta vieja, hasta conseguir la mezcla ideal y la apertura de aerógrafo y distancia adecuadas.

Es importante, para conseguir un buen brillo, que adquiráis el denominado disolvente lento, un secado lento es siempre un seguro de un buen brillo.

Habrá que dar al menos 3 ó 4 capas finas, pudiendo lijar entre capa y capa, si fuera necesario, y una última más generosa.
El resultado no os defraudará, un brillo impresionante, y vuestras calcas integradas y protegidas.

Chasis motor e interiores

El chasis y los interiores van pintados en negro satinado #85 de Humbrol, aplicado a aerógrafo, sobre el que se ha realizado un suave desgaste a base de pincel seco con Gun Metal, sobre todo para resaltar las aristas y cantos.
Los detalles del tablero se pintan con plata cromada de Testors,y el efecto de desgaste del cuero del asiento ,se ha realizado con pincel seco de marrón rojo 982 de Vallejo, y lavados en negro, también de vallejo.
Tal vez se hayan exagerado un poco estos desgastes, pero es la única manera de poder verlo, después, a través del parabrisas delantero.

Del motor sólo está aquello que se va a ver, la caja de cambios, y los escapes.
La caja de cambios se pinta en Gun Metal de Humbrol, y se trabaja con lavados de óleo negro disuelto en heptano, y pincel seco, primero en Gun Metal, y después en Aluminio 56 de Humbrol y terminamos con Plata Cromada de Testors.
Los tornillos los destacamos pintándolos con plata.
Los escapes los hemos pintado con Oro 1744 de Testors, después lavado con óleo negro y pincel seco con la pintura base oro.
Las llantas se han trabajado de la misma forma que la caja de cambios, pero incidiendo más en el pincel seco con plata, para remarcar mejor los volúmenes.
Los neumáticos son de buena calidad, únicamente será necesario lijar la rebaba central de los mismos, con lija del 1000.

Conclusión

Después de colocar los cristales, tomas de aire, faros y otros detalles, viene el momento de pasar un mal rato. No exagero cuando digo esto, porque hay que "forzar " literalmente la carrocería para poder introducir en ella unos interiores que son más anchos que esta en su parte inferior.