Blindados

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Panzerkampfwagen I

Reseña histórica

Parte I

por  Patricio Delfosse © 2001

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Antecedentes

Aunque el tratado de Versalles emergente de la Primera Guerra Mundial prohibía a Alemania el desarrollo de vehículos blindados, la estrecha cooperación con Rusia a partir de 1921 permitió que se realizaran pruebas con estos vehículos en territorio soviético, concretamente (a partir de 1926) en el Centro de Pruebas de Kazan. Conjuntamente con estas pruebas se llevaron a cabo trabajos de investigación en subsidiarias de las grandes firmas alemanas ubicadas en el extranjero (Austria es un caso concreto) y otras empresas con las que se mantenían relaciones comerciales como la Swedish Landswerk Company de Suecia. Casi en secreto, entonces, los ingenieros alemanes fueron adquiriendo experiencia en la problemática del diseño de vehículos blindados, experiencia que daría sus frutos años mas tarde con el desarrollo y la maduración de la bien conocida serie final de vehículos de combate.


Pero los comienzos fueron más modestos. Cuando en 1932 Oswald Lutz (entonces Inspector de Transporte Motor para el Reichswehr) llamó a concurso para la fabricación de un blindado, tuvo el buen criterio de especificar un vehículo de pequeñas dimensiones (en la categoría de las cinco toneladas) y no se dejó tentar por proyectos ambiciosos e irrealizables. La reconocida meticulosidad alemana comenzaba a funcionar dando el primer paso. Colaborando estrechamente con Oswald Lutz estaba Heinz Guderian, un hombre que con el tiempo sería reconocido como uno de los fundadores del arma acorazada. De las teorías de estos dos hombres surgiría la necesidad de contar en principio con un vehículo que sirva a un propósito mas bien oscuro y quizás hasta menospreciado: se requería un blindado ligero para dar entrenamiento a las futuras tropas Panzer. Los grandes Panzers de combate vendrían mas tarde.

Se cursaron las solicitudes para un proyecto preliminar a Rheinmetall Borsig, Krupp (Essen), Henschel (Kassel), MAN (Nürnberg), y Daimler Benz (Berlín) y luego de analizar las propuestas se solicitó, en 1933, el desarrollo de los prototipos, siendo elegido el LKA 1 de Krupp a pesar de ser similar al resto de los competidores. Fue denominado oficialmente LaS (Landwirtschaftlichter Schlepper, o tractor ligero de agricultura) para ocultar su verdadero propósito a los ojos del Tratado de Versalles.

 

Es curioso notar que el que sería el primer vehículo blindado puesto en servicio en el Reichswehr en cantidades importantes, y que sería el antecesor de los futuros y exitosos blindados alemanes, haya estado basado en un tanque inglés. En efecto, en 1929 Rusia compró dos tanques Vickers Cardon-Loyd Mk. VI (a partir de los cuales desarrollaría el T-27) que pasaron secretamente a manos alemanas en 1932. Una versión de la suspensión de estos vehículos ingleses se adaptaría a las necesidades del Panzer I.

En el verano de 1933 cinco LaS fueron enviados a Kummersdorf para ser evaluados, decidiéndose montar la superestructura del diseño de Daimler Benz en estos cascos diseñados por Krupp. Después de las pruebas llevadas a cabo hasta febrero de 1934 se decidió que un LKA 1 (LaS) mejorado entrase en producción el siguiente mes de Abril. Se denominó oficialmente al vehículo Panzerkampfwagen I Ausf. A (Sd.Kfz. 101), aunque tuvo la denominación provisoria de MG Panzerwagen-Versuchkraftfahrzeug 617 (Vehículo automóvil de pruebas 617). Se fabricó un lote inicial de 15 vehículos que fueron presentados a Hitler por el mismo Heinz Guderian, liberándose la fabricación de las primeras 150 unidades en Julio de 1934 por parte de la firma Henschel.


Panzer IA

El PzKpfw I Ausf. A (Sd.Kfz. 101) estaba construido con planchas de acero blindadas de entre 6 y 13 mm de espesor, enteramente soldadas. Esto representaba un avance importante sobre los cascos construidos con remaches, ya que soportaba mejor los impactos de los proyectiles antitanque. Los cascos construidos por remaches literalmente se desarmaban al recibir un impacto directo, saltando los remaches y transformándose a su vez en peligrosos proyectiles antipersonal.
En otros aspectos era un vehículo convencional. El motor, instalado en la zona trasera, movía un diferencial ubicado a los pies del conductor a través de una caja da cambios ZF Aphon FG35 con embrague seco de doble disco, y desde ahí movía las ruedas tractoras delanteras por medio de cardanes a 90º que contaban con embragues y frenos de dirección. La suspensión estaba formada por cuatro ruedas de contacto con el suelo montadas en ballestas semielípticas más la rueda tensora, que estaba nivelada con estas cuatro ruedas para proporcionar mayor superficie de contacto. Tres rodillos de retorno completaban el sistema. Las cadenas proporcionaban una buena distribución del peso del vehículo sobre el terreno, con solo 780 g/cm2.

 

El motor fue inicialmente un Krupp 305 refrigerado por aire de cuatro cilindros opuestos en configuración boxer. Cubicaba 3458 cc y producía escasos 60 hp a 2500 rpm. A pesar del contenido peso del vehículo (5,4 t) y como resultado de una pobre relación peso/potencia (11,1 hp/t) las prestaciones del vehículo no eran sorprendentes, con velocidades del orden de los 37 Km/h. En 1935/36 se probó la instalación en un Ausf. A de un motor diesel Krupp, el M601, pero solo producía 45 hp por lo que fue abandonada la idea.

 

La tripulación estaba formada por el conductor, que disponía de una entrada en el costado izquierdo del vehículo, y un comandante sobrecargado de funciones. Además de controlar la situación táctica y manejar y recargar el armamento, cumplía funciones de radio operador. El armamento disponible era inadecuado incluso para los cánones de la época, estando constituido por dos MG 13 de 7,92 mm situadas lado a lado en una torreta de accionamiento manual con un giro de 360º. Las dos armas estaban calibradas para hacer blanco conjunto a 300 m. Este armamento tenía un valor nulo en combate contra otros medios acorazados, estando capacitado para batir solo blancos de infantería. Ni el conductor ni el comandante disponían de periscopios ni otros equipos de visión.


Preguerra

El deportivo de Krupp, como fue llamado por sus tripulaciones el Panzer I Ausf. A, no fue un buen vehículo de combate. Su escaso blindaje no hubiera resistido un impacto directo de un fusil contracarro, no disponía de un armamento adecuado y su motor tampoco era todo lo potente que se hubiera deseado. No obstante, cumplió correctamente el papel para el cual fue concebido, entrenando a miles de tripulaciones que encontraron en este vehículo su primer medio movido por cadenas, y dándoles experiencia táctica básica en lo concerniente a la problemática de acción de un cuerpo de combate motorizado.

 

Tan importante como esto fue, sin duda, el efecto psicológico que estos pequeños vehículos (y por supuesto sus hermanos mayores) provocaron en el pueblo alemán, el cual no veía una muestra de poder desde el fin de la Gran Guerra. Los desfiles de grandes cantidades de Panzer I, junto con los uniformes negros de las tropas, el birrete característico con el distintivo de la calavera y el aura de juventud que tenían las tripulaciones, hicieron que éstas se sintieran orgullosas de pertenecer a las tropas Panzer. Las primeras victorias durante las campañas de Polonia, Francia y los Países Bajos reafirmaron este sentimiento.

 

Desde 1935 en adelante los Panzer I participaron en todos los grandes desfiles de la Wehrmacht, especialmente en el día del cumpleaños de Hitler, el Día del Reich y el Día de la Wehrmacht. Fueron llamados "húsares negros" por la prensa y la opinión pública, ya que de ellos heredaron el emblema de la calavera, el color del uniforme y su tradicional rol de regimiento de caballería. El siguiente fragmento del himno de las tropas Panzer resume fielmente el espíritu que ese respiraba en esos años.

Aunque nieve o sople el viento tormentoso, aunque el sol se ría de nosotros, el día arda de calor o la noche nos congele, empolvadas están nuestras caras, allá contento está nuestro pensamiento; nuestras corazas se templan en el viento de esta tormenta.

 

Con atronadores motores veloces como el rayo le hacemos frente al enemigo armado. Adelante de los otros camaradas, en la batalla, nos encontramos solos; así nos introducimos profundamente en las filas enemigas.

Cuando el enemigo se nos aparece entonces, disparamos y corremos hacia él. ¿Qué nos hace dar la vida por nuestro Ejército del Reich?: por Alemania moriremos con el más alto honor.


Panzer IB

En Agosto de 1935 comenzó la producción de un modelo mejorado, denominado Panzerkampfwagen I Ausf. B (Sd. Kfz. 101). Se diferenciaba fundamentalmente por la instalación de un nuevo motor, un Maybach NL 38 TR de seis cilindros en línea, 3786 cc y 100 hp a 3000 rpm. Se utilizó una caja de cambios mejorada, la ZF Aphon FG 31. Al ser el nuevo motor más grande que el Krupp original fue necesario alargar el chasis en 43 cm, agregando una quinta rueda al tren de rodaje. Se aprovechó para mejorar las condiciones de marcha, elevando la rueda tensora, por lo que a pesar de alargar el chasis y agregar una rueda la superficie de las cadenas en contacto con el suelo permaneció sin variantes. Estas modificaciones incidieron en el peso del vehículo, que trepó hasta las 5,8 t. A pesar de la mayor potencia del nuevo motor, el Panzer I siguió siendo un vehículo muy limitado, principalmente en lo concerniente a armamento y blindaje, además de ver restringida su autonomía por el mayor consumo del motor Maybach. La mayoría de los ejemplares fueron fabricados por Henschel, pero la firma Wegamann también participó del programa de fabricación, completándose unos ochocientos a fines de 1935 y llegando a 1900 en servicio en 1939.


España

El bautismo de fuego del Panzer I tuvo lugar durante la Guerra Civil Española (1936-1938). Aproximadamente 100 Ausf. A y B junto con un pequeño número de Kleiner Panzer Befehlswagen I (versión de mando del Panzer I) fueron enviados como parte de la Legión Cóndor, encuadrados en el Panzer Abteilung 88 del Coronel Wilheim Ritter von Thoma, combatiendo del lado de los nacionalistas del general Franco. Fueron apodados Negrillos, y demostraron no estar a la altura de los T-26 y BT-5 soviéticos utilizados por los republicanos aunque esta comparación no es del todo válida, ya que los vehículos soviéticos eran verdaderos carros de combate armados con potentes cañones. Durante la guerra se experimentó con el Ausf. B instalándole un cañón Breda de 20 mm en una torreta modificada, y en otros casos se colocó un lanzallamas en lugar de una de las dos ametralladoras. Algunos otros vehículos, capturados por los republicanos, recibieron un cañón Hotchkiss francés de 25 mm montado en una nueva torreta. A pesar de estos intentos de mejoras, su utilización operativa fue mas bien un ejercicio, una forma de poner en práctica la teoría de la Blitzkrieg, ya que el vehículo no contaba con méritos suficientes para el combate. Al fin de la contienda, los vehículos supervivientes siguieron en servicio encuadrados en el ejercito nacionalista.

 

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Panzer I en el Museo del Goloso en Madrid, España (autor Hector Miraflores)


Segunda Guerra Mundial

A pesar de haber demostrado su desaconsejable uso en combate, cuando estalló la guerra el 1º de Septiembre de 1939 el Panzer I equipaba numerosas unidades de primera línea de la Wehrmacht, siendo el blindado más numeroso entre los modelos disponibles. Para esta fecha no menos de 1445 ejemplares estaban en servicio, aunque en Mayo de 1940 (durante la campaña de Francia) solo se emplearon alrededor de 530. Para junio de 1941, durante la apertura del frente Oriental, había 74 en servicio. Fue retirado gradualmente de las unidades de combate siendo su ultima aparición en territorio europeo a principios de 1942, donde pasó a equipar a las unidades antipartisanas y de policía en funciones de control interno. El NSKK (Cuerpo Motorizado Nacionalsocialista) recibió algunos ejemplares sin superestructura (similares al LaS) para propósitos de entrenamiento. Unas 511 torretas fueron utilizadas en la Muralla del Atlántico, en las fortificaciones de Pomerania y en el área de Kostrzyn. Encuadrado en el DAK (Desert Afrika Korps) fue utilizado hasta 1943.
Al margen de su uso por parte de los nacionalistas en España, solo fue exportado a un par de países. En 1934 Hungría compró un solitario ejemplar, y es probable que en 1942 haya adquirido algunos pocos mas para entrenamiento. También Finlandia, y posiblemente Croacia, tuvieron Panzer I entre sus filas. Su mayor comprador fue China, la cual durante el gobierno del General Chiang Kai Shek a fines de la década del '30 adquirió (juntamente con otros vehículos de origen alemán) 10 Panzer I Ausf. A para equipar sus fuerzas.


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