Durante los primeros meses de la primera guerra mundial se enviaban aeronaves sobre las líneas enemigas para reportar el progreso del movimiento de las tropas o la posición y precisión de las acciones de la propia artillería. La mayoría de estas aeronaves no tenían nombre y uno de los primeros intentos en armar estos aviones contra la ofensiva de los caza enemigos, fue al colocar armas en el puesto del observador, quien normalmente se sentaba en la cabina delantera. Esto comenzó llevando revólveres, carabinas, o rifles y otras armas en caso que encontraran máquinas enemigas cuando salieran a patrullar. Esta situación tal vez creó la necesidad de evolucionar más rápido a aeronaves de observación más maniobrables y mejor armadas que pudieran defenderse adecuadamente contra el ataque de cazas enemigos u otros aviones de doble asiento.

El flexible RE-7 fue uno de esos casos en los que en esos días el observador solía sentarse en la cabina delantera donde cumplía sus obligaciones y eventualmente defendía el avión de la mejor manera posible contra los cazas enemigos de mayor velocidad, mientras el piloto en el asiento trasero maniobraba y recorría la ruta. Considerando el osado acto que representaba volar en esos días, el RE-7 debe haber jugado un papel importante en los primeros desarrollos en materia de bombardeo y reconocimiento antes que comenzaran a aparecer mejores aviones.
Uno puede imaginar las condiciones de sentarse en el asiento del observador, con el bloque del motor adelante y los soportes y los cables de refuerzo de cada lado o el piloto sentado en su cabina separada detrás de él. En caso de un ataque, el observador, sosteniendo un arma de mano tenía su posición en la cabina muy limitada para propósitos defensivos y era un poco milagroso si estos RE-7 eran quitados del cielo. No obstante el hecho que el observador tenía que volar con un traje de aviador no acalorado, dentro de una cabina abierta y el intenso frío a grandes altitudes además de otras situaciones incómodas como armas atascadas, problemas del motor de algún tipo, la cabina mojada y otras condiciones de vuelo inimaginables. A pesar de estas dificultades y otras situaciones más, se lograron varios éxitos.
Las primeras órdenes de fabricación para el RE-7 fueron por un total de 500 aviones. El primer tipo llevó los motores Beamore de 120 o 160 HP. Tan pronto como los motores RAF 4A de 150 HP estuvieron disponibles, fueron adoptados como el motor de propulsión estándar.
Las entregas comenzaron en 1925 y la primera unidad equipada con este avión fue el escuadrón RFC número 21. Estos fueron destinados para operaciones en Francia en Enero de 1916. Algunos también se conocieron por haber volado con el escuadrón número 12 y al menos uno, que era de tres asientos, se envió para reforzar el escuadrón número 20.
El RE-7 fue empleado para misiones de bombardeo a principios del verano de 1916, pero para Agosto de 1916 había comenzado su reemplazo por el BE-12. La cabina del observador fue armada con una ametralladora Lewis. La velocidad máxima del avión era de 84,9 mph, la altura máxima era de 6500 pies y una autonomía máxima de 6 horas. Con la retirada de las tareas de la primera línea, el avión fue utilizado en establecimientos de entrenamiento hasta 1918. Otros fueron utilizados en instalaciones operativas de los motores Falcon 1 de 190 HP, RAF3A de 200 HP, y Sunbeam de 225 HP. Siete Re-7 fueron colocados en la RNAS.
Uno comienza a preguntarse cómo los fabricantes de kits han olvidado esta vieja aeronave tan importante que se desempeñó en múltiples roles. Esta fue otra aeronave importante para agregar a mi colección y al mismo tiempo llena un espacio de los aviones RFC y de la vieja historia de la aviación.

Construyendo en scratch el RE-7

Construir un modelo a escala en scratch tiene una fascinación que supera a todos los demás aspectos y formas del modelismo a escala como super detallar un kit o pesados proyectos de conversión, etc. Aparte del elemento de construir un modelo, uno también puede hacer uso de la amplia línea de extras para modelismo (aftermarket) que hoy en día están disponibles en el mercado, que toman la forma de parantes, hélices de metal, ruedas, partes de alas y demás. En general, no importa lo que sea el sujeto, la representación del mismo en todos sus detalles en forma de escala nunca fallará en atraer a sus admiradores. Hacer todo un kit en scratch consume mucho tiempo, y en un lapso de algunos años he realizado mi séptimo kit de esta forma. Todo lo que puedo decir es que con los kits hechos en scratch he notado una mejora progresiva en general, confirmando el dicho "la práctica hace a la perfección". Además, nunca he experimentado un sentimiento tan profundo de satisfacción por hacer uno de estos modelos, particularmente si es un biplano completo con toda la gloria del aparejo, una sola cabina, etc, etc.

La elección del sujeto obviamente debe ser una representación de un avión que lo atraerá por su diseño, historia de servicio, calcas interesantes, etc., que por sobre todo nunca haya sido producido en forma de kit. Tal cuidadosa elección de sujeto nos da el impulso para continuar en etapas progresivas con la construcción del modelo. Aunque es un proceso absorbente y bastante más largo que hacer, digamos, una conversión de un kit, no será sorpresivo si durante ese período se viera tentado a construir un kit directo de la caja, dado que esto puede suceder con bastante facilidad y probablemente es una ocurrencia normal en vista del hecho que la construcción en scratch es un largo proceso y puede demandar descansos periódicos y / o cambiar de sujeto por un tiempo.

Hoy en día nos enteramos del lanzamiento al mercado de muchos kits, que nunca antes han aparecido en forma de kit, pero aún uno puede darse cuenta que hay una cierta cantidad de sujetos olvidados de viejos biplanos. El acercamiento al tema de biplanos alemanes e ingleses de la primera guerra mundial exclusivamente será suficiente para colocarlo en una era donde la cantidad de sujetos que uno puede seleccionar es amplia. Habiendo decidido el sujeto, hay una secuencia de diferentes etapas que deben seguirse para construir el modelo a escala. La etapa más importante es poseer la disposición para hacer una investigación profunda sobre el tipo de avión que ha seleccionado y producir planos precisos en la escala que esté trabajando. En mi caso, la elección fue el RE-7, que es un bombardero de reconocimiento de dos asientos de la Primera Guerra Mundial. Con el propósito de obtener suficiente información y detalles para mi modelo, tuve que buscar en no menos de cinco fuentes diferentes.

Estas fueron:

Un artículo que fue publicado en un viejo número de "Air Pictorial" por J.M. Bruce, bajo el título de "Aircraft of the 1914-1918 war". Este contenía planos a escala razonable con los que podría comenzar, y luego mejorarlos y agrandarlos a escala 1/72.

También tuve que buscar en el volumen 15, número 1 de "Cross and Cockade". En él encontré dos fotos altamente detalladas del avión que iba a hacer.

También me fijé en British Military Aircraft Serials de 1912-1963 por Bruce Robertson, y en la Pocket Enciclopedia of Bombers 1914-1919 de Kenneth Musson.

Finalmente, también busqué en British Aeroplanes 1914-1918 (Putnam) por J.M. Bruce, P422.

Todas estas referencias fueron esenciales para proveer una historia precisa, fotos detalladas y buenos planos en escala con los que pude trabajar.
La siguiente etapa fue estudiar detalles de aviones y artículos realizados sobre el tema. También se realizaron ajustes necesarios para una leve alteración de los planos a escala, que consistieron en cosas como los montajes de las ruedas, que eran levemente diferentes al tipo que tenía en mente hacer.

Esto por supuesto también significaba cortar el fuselaje en varias partes y modificarlas para ajustarlo al dibujo y hacerlo utilizando plasticard, madera y masilla en la parte trasera del fuselaje. Esto involucraba también mucho pulido, volver a trabajar, intervalos para dejar secar, y alisar la superficie de masilla en diferentes áreas para obtener la terminación deseada. Los compartimientos de dos asientos fueron ajustados a la forma definitiva y se agregaron los detalles interiores como asientos, paneles de instrumentos, cinturones de seguridad, palancas, pedales, y dos parabrisas semi circulares de acetato transparente.

La construcción del motor RAF4 en el área delantera del fuselaje requirió también su tiempo para pensarlo. Fue hecho de plástico de plancha de piezas del grosor apropiado de manera que los 12 cilindros, 6 de cada lado fueron cortados a la longitud requerida, limados y afinados en una punta y pegados en su lugar. Otros detalles en el motor como el múltiple de escape, fueron agregados en una etapa posterior cuando las alas principales fueron colocadas. Utilizando los planos a escala que hice, diseñé el timón de cola utilizando plasticard.

El siguiente paso fue hacer las alas principales y las de cola. Decidí producir un gran envergadura a partir de las alas lisas que vienen con sets termo formados de "Roseplane Wings", y están hechos en escala 1/72. Estos sets de alas vienen en un paquete que consiste de diez alas. Para obtener la gran envergadura del ala superior tuve que unir dos de estas alas y trabajarlas hasta lograr la envergadura deseada. Con estas también se hicieron el ala inferior y la cola. Las alas principales fueron lijadas suavemente en el borde de ataque y el borde de salida fue adelgazado al grosor correcto.

Se utilizaron dos tipos diferentes de soportes de alas. Estos salieron de un set de Contrail y fueron muy cuidadosamente marcados para su longitud utilizando los planos a escala como referencia. La posición y altura de los soportes centrales fueron luego cortadas al tamaño adecuado y fijadas. Se realizó un montaje simulado de las alas para verificar la veracidad y la correcta posición de las alas en relación al fuselaje. Es inútil decir cuan importante es esta etapa, ya que al final tendrá importancia en la apariencia general del kit. Cuando estas quedaron fuertemente colocadas, los soportes restantes se colocaron en sus lugares correspondientes. La posición de los soportes fue chequeada para un posicionamiento correcto y el ala superior fue cementada encima de todos los soportes, asegurando que se conserve el diedro correcto mientras estaba en proceso de secado.

Ningún modelo de biplano luce tan realista como cuando se agrega todo el arreglo de aparejo o cableado de refuerzo. Anteriormente, he intentado varios métodos de aplicar el aparejo a los biplanos, finalmente encontré que el mejor método era el de utilizar hilo invisible. El método que utilicé está ilustrado en la secuencia de dibujos adjuntos. Quizá es un proceso largo y tedioso pero al final es recompensado porque no es un método desordenado y produce un modelo fuerte. En resumen, este consiste en taladrar agujeros premarcados en las alas principales utilizando una mecha de 0,4 mm. Estos agujeros son avellanados. Luego se pasa el hilo. Encontré que dado que el hilo de nylon no tiene color, y es casi invisible, es mejor marcar el borde con marcador negro permanente por razones obvias.

Estas fueron sacadas de un set de calcas de Blue Raider, además de un número de serie de cuatro dígitos que provino de un set de Model Decal. El modelo completo logró un lugar permanente en la vitrina a donde pertenece, por ejemplo junto al RE-5 que hice algún tiempo atrás.

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